miércoles, 12 de marzo de 2014

Prelectura, lectura reflexiva y subrayado.

Existen técnicas de estudio que facilitan la comprensión de la información masificada y por ende, el aprendizaje. A continuación hablaremos de algunas de estas técnicas que nos permiten desglosar la información de manera adecuada y poderla sintetizar con facilidad. 


Prelectura.

A la acción que permite tener una idea general de un tema se le conoce como prelectura. El objetivo de la prelectura es tener claro el concepto general y los términos clave de una materia determinada. A través de la prelectura, se pueden entender mejor los conocimientos aportados en clase, puesto que ya se tiene una idea acerca del tópico a tratar.


Lectura reflexiva. 

La lectura reflexiva es la que permite comprender el texto de manera más profunda. A través de ella, se puede conocer el tema central, que a su vez, permite conocer las ideas secundarias. Esta técnica de aprendizaje requiere de una mayor concentración. 

 A partir de la lectura reflexiva se trata de comprender las ideas tanto principales como secundarias del texto y de entender la relación existente entre las mismas. También, si la lectura es de difícil comprensión, se puede intentar leerla por secciones para asegurar la efectividad de la reflexión.

 Es necesario señalar las palabras desconocidas y buscar su significado para garantizar una adecuada comprensión del texto. Si la lectura reflexiva tuvo éxito, al terminar de leer se reconocerán los conceptos más importantes y el significado de cada una de las palabras antes desconocidas. 



Subrayar. 
El subrayado es una técnica de estudio en la cual se señalan o resaltan los aspectos más importantes de un texto para recordarlos luego. La manera de resaltar la información es personal, es decir, es el estudiante quien escoge de qué manera va a señalar los apuntes que son de importancia, ya sea una raya debajo de una oración, el uso de resaltador, señalar con un círculo, el uso de signos de exclamación, corchetes, flechas, notas al lado de los párrafos, etc. Sin embargo, existen algunas estrategias que pueden ser de ayuda a la hora de señalar información. 

Como por ejemplo: Utilizar una línea doble para señalar ideas principales, una línea sencilla para las ideas secundarias, y una línea discontinua para los detalles de las ideas secundarias. Estas líneas también se pueden reemplazar por colores, utilizando un color cálido para las ideas principales y uno frío para las secundarias, o como se prefiera hacerlo. 

 No obstante, la mayoría de los estudiantes nos encontramos en un problema a la hora de utilizar este método, y es que no sabemos qué tanto hay que subrayar. Para poder hacer efectiva la técnica del subrayado, hay que hacer una lectura previa y atenta del texto antes de proceder a subrayar. Es importante saber que no se subrayan párrafos completos, sino palabras clave que son las que transmiten la información. Las palabras clave suelen ser nombres, lugares, fechas, teorías, fórmulas, entre otras.

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